¿Fracaso? Probablemente no.

Todos lo hemos hecho (si somos sinceros), en algún momento nos hemos mirado al espejo y en algún aspecto hemos pensado en voz baja: "Me siento fracasado, esto no funciona". Es natural y normal ver un acontecimiento temporal, estacional, como una medida de nuestro pasado y un indicador de nuestro futuro. El verdadero reto para muchos es darse cuenta de que ese tipo de pensamiento es un montón de bull$*!# . EN SERIO.
Un acontecimiento se define como . . . "Algo que sucede". No estoy bromeando, búsquelo en el diccionario. Yo añadiría otra palabra: "Algo que SÓLO ocurre". En otras palabras, a veces la vida simplemente ocurre, fracasamos o alguien a quien queremos fracasa o nos decepciona, tenemos un mal día (tal vez un mes) en el trabajo o no conseguimos alcanzar algún objetivo e inmediatamente el bebé sale por la ventana junto con el agua de la bañera. (Nota: Algunos de ustedes que no son tan antiguos como yo quizá necesiten preguntar a un baby boomer sobre la metáfora del bebé y el agua de la bañera).
Fracaso es una palabra fea que nadie quiere oír ni experimentar y, sin embargo, es algo con lo que todos nos encontramos en la vida. Puede ser nuestro propio fracaso percibido en una relación, en el trabajo o en algún objetivo que nos hayamos fijado. Puede que alguien te haya decepcionado, te haya fallado en algún aspecto, un amigo íntimo, un familiar o un mentor de algún tipo. Todos nos hemos enfrentado o nos enfrentaremos pronto a decepciones y fracasos personales en algún nivel o incluso en varios.
En mis 55 años de vida he visto muchas veces que me han defraudado y que yo he defraudado a otros. A veces son recuerdos dolorosos que ponen de manifiesto mi debilidad y mis defectos, pero también me recuerdan que si confío únicamente en los demás, estoy abocado a la decepción. Es inevitable.
Así pues, si todos estamos destinados a fracasar o a que nos fracasen a lo largo de nuestra vida, ¿qué debemos hacer para atenuar el golpe y prepararnos? Aquí tienes 3 consejos rápidos que te ayudarán a prepararte para manejar las decepciones y los fracasos percibidos cuando se presenten.
Es cuando nos enfrascamos en lo que ha ocurrido cuando perdemos de vista las cosas verdaderamente importantes. Afronta las consecuencias, céntrate en los resultados deseados, no te regodees en el suceso. Todo lo que ocurre, y me refiero a todo, ocurre por alguna razón y en ello hay una lección de la que podemos aprender si la buscamos.
Tony Robins dice Sólo cuando nos preguntamos: "¿Cuál es el regalo en esta situación?", crecemos y aprendemos de verdad. Si salimos de la autocompasión natural, podremos verlo. Recuerda que nadie mira al horizonte tumbado boca arriba.
Si quieres un poco de inspiración para sacudirte el polvo y volver a ello, consulta este enlace a "48 Fracasos Famosos " - https://www.wanderlustworker.com/48-famous-failures-who-will-inspire-you-to-achieve
Recuerda que las dificultades son la forma que tiene la vida de poner a prueba tu fe y mostrarnos un camino diferente. En mis años de investigación sobre personas de éxito, he descubierto que, sin excepción, todas ellas tenían historias de fracasos que podrían haberles detenido, pero optaron por seguir adelante y justo al otro lado de la dificultad encontraron la victoria personal, financiera o espiritual. Su característica común era la fe en lo que perseguían, centrarse en algo más grande que ellos y creer sinceramente que era posible.
Mi mentor Zig Ziglar me enseñó que "el éxito (una victoria) no te hace, y el fracaso (una derrota) no te rompe. Un fracaso es un acontecimiento, no una persona". He llegado a creer que esto es lo más profundo de mi alma y esta creencia me ha permitido ver los reveses personales, las decepciones y los fracasos como momentos definitorios. Momentos en los que o bien me pierdo en la mediocridad o bien me lanzo hacia la victoria final. Espero que tomes la decisión de buscar el don en todas las cosas y lo utilices para saltar hacia el asombroso potencial que sé que reside dentro de cada uno de nosotros.
Comprométete con fe e integridad con lo que crees, céntrate en tus objetivos y cree en tu capacidad para mantenerte firme y vencer. Las pruebas forjarán una perseverancia tenaz y un carácter indomable si tienes fe y crees de verdad en tus objetivos. El secreto está en saber que vienen las pruebas, buscar el regalo o los regalos, aprender de lo que ocurre y levantarse rápidamente cuando la vida te derriba. Elige ser lo mejor que puedas e inevitablemente la vida te dará lo mejor.